Cómo ilustrar La Metamorfosis de Kafka (parte 1)
El título de este post es una broma. Eso que quede claro desde el principio. Ilustrar La Metamorfosis de Kafka ha sido de las tareas más difíciles con las que me he encontrado en mi vida. Ni siquiera ahora que he acabado el trabajo sé si estoy preparado para hacerlo. Además, la gracia de ilustrar un texto así es que cada uno se acerque a la obra de la manera más personal, original y arriesgada posible. Por ello, el único tutorial verdadero que se me ocurre es éste: rellena al menos un cuaderno con ideas (fallidas, a ser posible), apuntes, bocetos, libros y pelis relacionados con el tema. Lo que sigue sólo sirve para curiosear y pasar el rato.
En esta edición de La Metamorfosis todo gira en torno a un insecto o bicho que no vemos, pero que está sugerido en las formas de los inquilinos, en los muebles o en los árboles de la calle. El bicho no se ve, pero eso no quiere decir que no esté, aunque sea de un modo casi subliminal. La cubierta funciona también a ese nivel. Tanto por la tipografía como por la composición y el color de los tres inquilinos. De hecho, la primera idea de portada fue la de usar una textura negra que recordase al caparazón de un insecto, como si tuviésemos en nuestras manos al desvalido Gregor al leerlo. Pero perdíamos en impacto de portada, y al aparecer esta ilustración, desechamos esa opción. Dar con esta imagen fue clave al ilustrar este libro. El concepto de ver a Gregor en los otros, de insectizar con su presencia a los demás, de preguntarnos quien es más monstruo, si el pobre Gregor o los que le rechazan con asco, surgió al plantearme la representación de los tres inquilinos.
Kafka ha jugado en más de una ocasión con este tipo de figuras que se repiten y que dan un toque de absurdo a las realidades aparentemente cuadriculadas que describe. Si no recuerdo mal, en El Castillo también habían dos tipos que iban siempre juntos y hablaban como uno sólo. En películas como Prevrashchenie de Valeri Fokin o Metamorphosis de Chris Swanton, ambos directores presentaban a los inquilinos con cierto movimiento acompasado, casi coreografiado, como si fuesen una única persona. La propia forma de describirlos y tratarlos de Kafka invita a ello. Dando vueltas a esta idea, de presentarlos como uno solo, surgió esta imagen. Tres inquilinos que son uno.

Primero hice pruebas solo con los brazos. Luego me di cuenta de que las piernas y el taburete ayudarían a exagerar más la idea de estar ante esa especie de araña gigante arrinconada en la esquina al descubrir a Gregor. En teoría, los dos de atrás están encaramados al taburete, pero también le añadí un brazo extra para ahondar en la sensación de extrañeza de la escena ¿es el movimiento, que nos hace ver un brazo de más?, ¿han salido de la peli Freaks, de Tod Browning?; de nuevo ¿quién es el monstruo en realidad?
La tipografía de la cubierta está inspirada en la cartelería alemana, austriaca, checa, etc. de finales del siglo XIX y principios del XX. Concretamente, está sacada del Brücke Program (1906). No sólo está elegida por una asociación directa con el mundo que habitó Kafka, sino porque sus formas angulosas y rotundas en negro le dan el toque arácnido adecuado.

Hasta llegar al tono final pasé del papel a la madera, con muchas pruebas de estética. Cuando finalmente di con la imagen acabada de los tres inquilinos, ya tenía claro la línea que debía tener el libro. Digamos que ésta es sin duda la imagen más estudiada del libro, o al menos la única que dibujé varias veces. Por el camino quedaron varios intentos fallidos.
Al ver la cubierta de refilón en la librería, alguno podrá pensar que es la representación del propio Gregor. Comercialmente quizás ese detalle también ayude, pero nada más lejos de mi intención. No es Gregor (aunque esté de alguna manera) sino los tres inquilinos. No creo que haya muchas cubiertas de La metamorfosis con ellos, al menos yo no las encontré.
También hay una influencia intencionada de los espacios del pintor Francis Bacon, las paredes rosas y las líneas del techo y la pared como piezas importantes (y no sólo decorativas) en la composición y el mensaje. En la cubierta funcionan casi como una flecha que apunta a los inquilinos y los arrincona, del mismo modo que Gregor también está arrinconado durante todo el relato. Son, además de la ventana, el único paisaje del pobre Gregor. Por eso al abrir y cerrar el libro, el mensaje de las guardas (dos paredes, una en cada página) es claro: entramos o salimos de la asfixiante casa de los Samsa.
[…] “In questa versione de La metamorfosi tutto gira intorno a un insetto, o bestia, che è solo suggerito dalla forma degli inquilini del palazzo, dal mobilio della casa e dagli alberi della strada. La bestiola non la si vede mai, ma non si può dire che non ci sia: la sua presenza è suggerita in modo subliminale. La copertina del libro funziona anch’essa a questo livello; così come la tipografia scelta, la composizione delle immagini e i colori dei tre inquilini dell’appartamento. (…) L’idea di di vedere Gregor solo riflesso negli altri personaggi, di ‘insettizzare’ con la sua presenza tutto il libro, porta alla domanda su chi sia davvero il mostro: il povero Gregor o quelli che lo rifiutano con tanto disgusto?” Manuel Marsol (dal suo blog). […]